Con la llegada de la primavera, comienzan los primeros rayos de sol, pero después del largo invierno debemos tener cuidado y no exponernos al libre albedrio. En esta época del año debemos cuidar y mimar a nuestra piel ya que vuelve a estar en contacto con el sol y el viento.
La piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo y representa el 16% de nuestro peso corporal. Nos protege de las agresiones externas y ayuda a los pulmones y riñones a deshacerse de los desechos tóxicos. También nos regula la temperatura corporal aumentando el sudor cuando nos exponemos a altas temperaturas o nos dan escalofríos cuando lo hacemos hace frío.
¿Cómo cuidar nuestra piel?
Tomar el sol es beneficioso para nuestro organismo ya que nos aporta vitamina D pero como siempre digo, debemos tener cuidado para no quemarnos ni sufrir lipotimia (desmayo a causa del calor brusco). Para protegernos de los rayos indeseados del sol protégete con crema de alta protección y aliméntate de productos ricos en carotenos, como la zanahoria, tomate, fresas…
Beber agua es lo más importante, debemos mantener la piel bien hidratada para que luzca buen aspecto y ese aporte de agua también ayuda a nuestros riñones y colon a eliminar toxinas.

Ensalada vegetal rica en fibra
Aliméntate de fibra, consume alimentos vegetales de temporada como los espárragos o cebolla fresca y así estimularemos la eliminación de productos de desecho del organismo.
Utiliza productos ricos en antioxidantes, como el limón, jengibre, fresas…en general, los vegetales nos aportan diferentes micronutrientes importantes para ralentizar el envejecimiento celular y así sentirnos más jóvenes y sanos.
Los ácidos grasos esenciales también actúan para tener una piel radiante, así que es imprescindible consumir aceite de oliva virgen extra, pescado azul y frutos secos.
Siempre recomiendo un zumo de limón al levantarnos ya que una de las propiedades es depurativa, si lo deseas, puedes cambiarlo por una infusión de ortigas.
Evitar la cafeína y el alcohol es indispensable ya que estos absorben la humedad de nuestro cuerpo.
Reducir la sal también es importante ya que esta puede provocar inflamación cutánea. Puedes utilizar algas marinas para dar sabor a tus platos.
Puedes utilizar una mascarilla casera de miel extendiéndotela por la cara tres veces a la semana. Conseguirás una piel más flexible, joven y nutrida.
Vuelvo a tener acné…
Normalmente el acné es debido a desequilibrios hormonales y aparecen en la adolescencia, pero también es normal que aparezca en algunos adultos ya que la mala alimentación puede desencadenar esos indeseables granitos. Debemos tener cuidado con las grasas saturadas y azúcares refinados, como por ejemplo la bollería industrial.
Beber zumos naturales de vegetales recién hechos nos ayudarán a eliminar el acné. Los vegetales que debes utilizar en esta ocasión son: zanahoria, lechuga, ortigas, apio y diente de león. Consumir cereales integrales y algunas hortalizas como la cebolla, ajo, espinacas, berros y las hojas de las acelgas también pueden ayudarte.
Como tratamiento externo a la dieta puedes limpiar la piel utilizando aceite de té de árbol y manzanilla (2 gotas de cada) mezclándolo con agua. Lávate la cara por las mañanas con esta mezcla para calmar la piel y eliminar bacterias.
¿Qué pasa con los eczemas?

Eczema
El eczema es una inflamación de la piel que se caracteriza por descamación y picor. Puede estar asociado al estrés pero también a una mala alimentación. Para protegernos de estas rojeces, debemos consumir alimentos ricos en omega-3, como el pescado azul por ejemplo.
Una vez tenemos estos eczemas, la aplicación tópica de aceite de onagra y la crema de caléndula estimulará el proceso de curación.
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